Durante el proceso de fabricación del hilo de algodón se emplea bastante cuidado y el proceso empieza cuando el algodón llega a la planta desmontadora y este pasa a una secadora que es la que se encarga de disminuir la humedad que tiene la fibra de algodón. Posteriormente el algodón pasa a una máquina que separa las impurezas y materiales extraños del algodón, cuando se termina de limpiar el algodón se divide las fibras de las semillas, las fibras de algodón se empacan en balas para luego pasar a mezcla, cardado, estirado y torcido.

Finalmente se ejecuta el hilado y se utiliza una hiladora mecánica, en este proceso se tuercen y se agrupan las fibras continuamente para la formación de hilos de barias hebras. Cuando hay fibras cortas estas son cordadas y así hacer una sola fibra más larga.

Cuando se realiza el torcido, se establecen las características que tendrá el hilo como por ejemplo: Una torsión ligera dará origen a una tela suave y una torsión fuerte dará como resultado una tela dura, las telas duras darán una mayor resistencia a la abrasión. Y por consecuencia será menos propensa a arrugarse o a ensuciarse, aunque es más propensa a encogerse durante el lavado.